Un especial voluntariado realizaron los adolescentes, confeccionando apoyo didáctico que utilizan en las terapias con niños y niñas neurodivergentes que se atienden en la Fundación Luciérnagas, de Doñihue.
A través de una signficativa alianza colaborativa con la Fundación Luciérnagas de la comuna de Doñihue, jóvenes que se encuentran cumpliendo sanción en el Centro de Justicia Juvenil de Graneros, dependiente del Servicio Nacional de Menores (Sename) O’Higgins, participaron de manera voluntaria en la creación de material didáctico para niños y niñas con diagnóstico de neurodivergencia.
La conexión se realizó en el mes de mayo, presentándose como desafío el aportar con algo que pudiera significar una ayuda tangible para niños y niñas con esta condición. Al tratarse de una fundación, esta requiere apoyo económico, así como también insumos para llevar a cabo las terapias diarias, transformándose en un especial aporte de quienes cumplen sanción o medidas en el Centro de Internación Provisoria y de Régimen Cerrado (CIP-CRC) de Graneros.
Para la directora regional (s) del Sename O’Higgins, Carolina Villarroel, “este tipo de iniciativas provoca un cambio de perspectiva en los adolescentes, mostrándoles otras realidades referentes a la infancia, por tanto, sin duda es un aporte positivo el que hayan querido ser parte de este voluntariado, ya que los hace partícipe de una labor muy noble, dándose ellos mismos la posibilidad de sacar lo mejor de cada uno”.
Por su parte, la terapeuta ocupacional del centro, Edith Figueroa, explicó que “nos propusimos colaborar a través de la elaboración de insumos, preparando seis kits sensoriales esenciales para las actividades de la fundación. Posteriormente, se realizó una charla educativa dirigida a los jóvenes, en la cual se promovió la importancia y el valor de contribuir con este tipo de instituciones”.
Cabe destacar que el trabajo en equipo contó con la participación de la tallerista de arte y educadoras de trato directo (ETD), quienes se mostraron motivadas y con las herramientas necesarias para la elaboración de los productos. La metodología consistió en sesiones de trabajo una vez a la semana, destinadas a la confección de los insumos por grupo.
La actividad se mantuvo durante aproximadamente tres meses y culminó con una ceremonia de entrega en la que participó la directora regional (s); el director de la Fundación Luciérnagas; profesionales y un grupo de jóvenes representativos del centro.
