Los implementos representan un aporte individual entre 600 mil y tres millones de pesos, totalizando recursos por 165 millones de pesos para este sector en la región.
Como parte del programa para la pesca artesanal y acuicultura de pequeña escala, 176 pescadores y pescadoras artesanales de la región recibieron trajes de buceo, ropa, calzado impermeable y accesorios como guantes, gorros, aletas, plomos, máscaras entre otros materiales de trabajo, financiados por el Gobierno Regional de O´Higgins y el Instituto Nacional de Desarrollo Sustentable de la Pesca Artesanal y de la Acuicultura de Pequeña Escala, INDESPA, para proteger y brindar más comodidad al desempeño de sus faenas en el mar y borde costero, donde enfrentan condiciones de humedad, frío y fuertes oleajes.
El Gobernador Regional, Pablo Silva Amaya, sostuvo que “esta iniciativa se enmarca en la línea de fomento y apoyo a la actividad productiva del Gobierno Regional, donde nosotros buscamos otorgar mayor seguridad a quienes se dedican a este tipo de labores en condiciones climáticas complejas, propias de un sector productivo que trabaja directamente en el mar”.
La entrega de estos implementos benefició a hombres y mujeres de mar de las caletas de Navidad (26), Paredones (44), Litueche (7) y Pichilemu. En esta última comuna fueron 99 personas beneficiarias en una actividad realizada en la Casa del Pescador.
Julio Torres Fritz, encargado de Programas Regionales y Convenios de INDESPA, precisó que, en esta alianza con el Gobierno Regional, “buscamos mejorar las condiciones de trabajo, seguridad y comodidad de los pescadores y pescadoras artesanales, mujeres algueras, buzos mariscadores y recolectoras de orilla que pasan muchas horas trabajando en el frío, la humedad y la rudeza del mar. Este equipamiento representa recursos entre 600 mil y tres millones de pesos por cada persona beneficiaria, donde un veinte por ciento son mujeres de mar del territorio que juegan un rol relevante en la extracción de algas y agregación de valor a los productos del mar”.
Cristina Poblete, alguera de Pichilemu, quien recibió materiales para el secado de algas, explicó que “para ellas una jornada normal de trabajo depende de las bajas de mareas, pero puede comenzar a las nueve de la mañana y extenderse por cerca de tres horas donde se encargan de recolectar las algas que varan en la orilla, que luego deben cargar y trasladar hasta la playa para iniciar el proceso de secado, el cual tarda cerca de tres días para el cochayuyo negro y cerca de 25 días para el cochayuyo rubio, hasta procesarlas y comercializarlas en formato de maletas a un valor aproximado de dos mil pesos la unidad”.
Marco Parraguez, buzo mariscador de Pichilemu se adjudicó un kit de buceo con traje, plomos, aletas y máscara, entre otros implementos, que según precisó, le permitirán entrar al agua mejor equipado. Su faena se puede extender durante todo el día cuando las condiciones del mar son favorables pudiendo extraer piures, jaibas, caracoles, principalmente, además de realizar la extracción de algas, en condiciones donde la temperatura del agua puede bordear los diez grados en temporada invernal.
Para este año, el Gobierno Regional e INDESPA tienen prevista una próxima convocatoria entre los meses de abril y mayo, cuyo propósito principal es fortalecer las capacidades productivas y comerciales del sector, y mejorar su calidad de vida y condiciones en que se desempeñan sus faenas.