El pasado miércoles, la comunidad educativa del Liceo Técnico Bicentenario Felisa Tolup retomó la presencialidad obligatoria después de dos años de intermitencia entre clases híbridas producto de la pandemia. Al respecto, la directora Marcela Martinez señala: “Estamos muy felices de comenzar un nuevo año escolar y también muy convencidos de que con la ayuda de toda la comunidad y la participación activa de las y los padres y apoderados de nuestro querido Liceo podremos sortear de forma exitosa cada prueba y desafío que se nos presente, por lo que damos la bienvenida a un 2022 con la responsabilidad y el profundo sentido de la vocación que nos caracteriza, buscando siempre poder brindar todo el apoyo necesario a nuestras estudiantes” .
Para un retorno seguro de toda la comunidad, es importante señalar que el establecimiento cuenta con certificación NORMA ISO 9001 y 21001 en Sistema de Gestión de Calidad, además obtuvo el Sello COVID-19 que entrega la Asociación Chilena de Seguridad y que verifica el cumplimiento de los requerimientos establecidos tanto por el Ministerio de Salud como la Superintendencia de Seguridad Social (SUSESO) para control de la pandemia.
Para la obtención de este reconocimiento, el Liceo Técnico Bicentenario Felisa Tolup ha considerado todas las medidas de prevención de contagios normadas en los protocolos del Ministerio de Educación y Salud exigibles respecto del COVID-19, incorporando también iniciativas propias que van en línea y refuerzan este objetivo destacándose el alto estándar de las medidas de bioseguridad implementadas. La toma de temperatura y trazabilidad a la llegada al establecimiento, el resguardo de los distanciamientos en las salas, la entrega de mascarillas y la aplicación de alcohol gel son algunas de las medidas anteriormente mencionadas.
El Liceo Técnico Bicentenario Felisa Tolup extiende sus invitaciones para ser parte de su proyecto educativo 2022 contando con especialidades de: gastronomía mención cocina, administración mención Recursos Humanos y Técnico en atención de párvulos, excelente infraestructura para el óptimo desarrollo del aprendizaje, con laboratorios acorde a las necesidades del mercado, convenios con empresas públicas, privadas y también entidades de educación superior para la continuidad de estudios. Una educación inclusiva adaptada a los cambios que exige la contingencia.