Señor Carlos Silva Hernández
Director Diario Sexta Región
Presente
Las 23.263 personas que fallecieron esperando una atención médica de especialidad, según reportó su diario esta semana, son un reflejo de una situación que nos afecta como país, pero sobre todo como regiones de Chile.
Información recopilada por Universidad de La Frontera, en base a registros solicitados a la Superintendencia de Salud -a julio de 2023-, revela la gran desigualdad e indefensión que sufren quienes viven en provincias del país.
Así, mientras la RM cuenta con 22.740 especialistas médicos (2,7 especialistas por cada mil habitantes), regiones como Tarapacá, Aysén y Magallanes no alcanzan a tener 200 profesionales para toda su población.
Atacama, por ejemplo, tiene menos de 0,41 especialistas por cada mil habitantes. Y en el caso de La Araucanía los especialistas llegan a 1.533. Es decir, algo más de uno por cada mil ciudadanos.
Esta realidad hace difícil pensar en reducir la espera por atención médica si no se aborda con decisión y de forma concreta, el déficit de especialistas.
Desde mi experiencia como rector y médico, veo al menos dos medidas de corto plazo que pueden marcar la diferencia: apoyar y acelerar la acreditación de los programas de especialidad en las universidades, apoyando con recursos financieros y humanos a la CNA; y abrir más campos clínicos en la red pública priorizando las instituciones educacionales que tienen especialidades médicas. También, en un tercer ámbito, se hace urgente buscar cómo movilizar a estos profesionales a las regiones del país.
En nuestro caso, como universidad pública y regional, llevamos 30 años formando especialistas médicos en La Araucanía. Tenemos 24 programas de especialidad y estamos abriendo especialidades pioneras y que son requeridas también a nivel nacional. Sabemos que no hay tiempo que perder y por eso hago un llamado urgente a movilizarnos ahora, para que ojalá nunca más un chileno muera esperando por un médico especialista.