Capacitación en terreno y formación especializada han elevado significativamente las habilidades técnicas, el liderazgo y la capacidad resolutiva de los funcionarios del Servicio de Urgencia Rural, generando un impacto directo en la atención de emergencias y en la seguridad de los pacientes.
En el marco del programa de pasantías y capacitaciones impulsado por el Servicio de Atención Médica de Urgencia (SAMU) O’Higgins, los Técnicos en Enfermería de Nivel Superior (TENS) del Servicio de Urgencia Rural (SUR) de Placilla —centro de Atención Primaria que forma parte de la Red de Urgencias regional, junto a los SAR y SAPU— han experimentado un avance significativo en sus competencias profesionales. Esta iniciativa, vigente hasta diciembre de 2025, ha fortalecido su desempeño frente a escenarios críticos, particularmente en un territorio donde las emergencias y accidentes de alta complejidad son frecuentes.
Durante este periodo de formación, los funcionarios han mostrado progresos sustantivos en áreas esenciales para la atención prehospitalaria, entre ellas el manejo inicial del paciente traumatizado, la ejecución de protocolos de Soporte Vital Básico (BLS), Soporte Vital Cardiovascular Avanzado (ACLS), Código ACV, Código IAM y la gestión de emergencias tiempo-dependientes. A ello se suma un desarrollo visible en liderazgo, coordinación y toma de decisiones en situaciones de alta presión, elementos que se traducen en respuestas más oportunas y seguras para la comunidad.
Desde SAMU O’Higgins destacan que este proceso formativo se ha consolidado como una estrategia clave para fortalecer las capacidades de los equipos de Atención Primaria que participan activamente en la primera respuesta. El director de SAMU O’Higgins, Osvaldo Pontigo, explicó que la metodología “ha demostrado un impacto profundo, especialmente en comunas donde no hay presencia de SAMU, como Placilla. La experiencia en terreno, el trabajo conjunto y la posibilidad de tripular ambulancias en situaciones reales elevan el aprendizaje a un nivel mucho más significativo”.
Pontigo añadió que este modelo continuará ampliándose durante 2025, ya que “el objetivo es seguir formando dos o tres centros por año, priorizando zonas con alta accidentabilidad y rutas de gran flujo. Esto no solo mejora la coordinación con SAMU, sino también la calidad interna del propio servicio de urgencia y las capacidades individuales de cada funcionario”.
La pertinencia territorial del programa también fue puesta en valor por Manuel Guzmán, enfermero coordinador y reanimador de SAMU O’Higgins, quien detalló que la comuna “es un sector con alta accidentabilidad y pacientes complejos. Los equipos necesitaban mayor dominio en manejo de infartos, politraumatismos, ACV y emergencias críticas, especialmente en horarios donde no cuentan con médico presente. Hoy están empoderados, con protocolos actualizados y mayor capacidad técnica, lo que se traduce en una atención más segura para la comunidad”.
La experiencia del equipo del SUR de Placilla confirma este impacto. Tamara Huerta, TENS del establecimiento, señaló que la pasantía le permitió fortalecer “la aplicación de algoritmos de soporte vital y la toma de decisiones bajo presión. Hoy puedo abordar las urgencias de nuestro Cesfam con mayor solvencia y asegurar derivaciones óptimas, lo que aporta valor inmediato a la Atención Primaria”.
El desarrollo de estas competencias reafirma la necesidad de mantener y proyectar este modelo a otros centros de Atención Primaria de la Red de Urgencias regional —incluyendo SAR, SAPU y SUR— con el fin de avanzar hacia una estandarización de la calidad y un fortalecimiento continuo de la primera respuesta. En territorios donde las emergencias son recurrentes y cada minuto es decisivo, contar con equipos altamente preparados resulta imprescindible.
El éxito de la iniciativa confirma el compromiso del SAMU O’Higgins con una red asistencial robusta, coordinada y preparada para enfrentar emergencias, contribuyendo a mejorar la seguridad del paciente y disminuir la morbimortalidad en la región.

