Con encuentros en Coinco, Olivar y Coya (Machalí), el proyecto de investigación patrimonial “Tesoros del Río Cachapoal” comenzó su recorrido por la región de O’Higgins, invitando a las comunidades locales a redescubrir su identidad y fortalecer el patrimonio vivo que habita en los relatos, oficios y saberes del territorio. La ruta comenzó con reuniones y entrevistas en las comunas de Olivar, Coinco y Coya, con el propósito de dar a conocer el proyecto, además de recoger las primeras opiniones de actores claves y organizaciones locales.
Posteriormente en la Escuela El Rulo de Coinco, la Escuela Nuestra Señora de la Merced, en Olivar Bajo y el Colegio Bellavista de Coya, en la comuna de Machalí, niñas, niños, docentes, vecinos y vecinas protagonizaron interesantes jornadas de cartografía participativa. A través de mapas afectivos, se trazaron lugares significativos, memorias de antaño y costumbres locales que dan forma al corazón cultural de cada una de estas comunas.
“El patrimonio no está solo en los museos, también vive en las palabras de una abuela, en un oficio que persiste, en un lugar que guarda recuerdos. Con este proyecto queremos poner en valor ese patrimonio cotidiano que muchas veces pasa desapercibido”, señaló Pablo Peña, docente de la UOH y director del estudio a cargo de Tesoros del Río Cachapoal.
Desde la dimensión pedagógica, Cristián Donoso, encargado de los contenidos didácticos del proyecto, explicó que “cada actividad fue pensada para dialogar con los planes educativos locales, integrando historia, geografía y arte desde una metodología participativa que incentiva la memoria activa y el pensamiento crítico en niños y niñas”.
Adicionalmente, Catalina Cuadra, encargada de participación ciudadana, destacó el compromiso de las comunidades, al plantear que “ha sido emocionante ver cómo las personas se apropian del espacio y comparten lo que son. Este proyecto no viene a enseñar desde afuera, sino a construir en conjunto con quienes viven y cuidan el territorio cada día”.
"Uno de los grandes logros de este proyecto ha sido vincular a los distintos actores del territorio en torno a un relato común. Nuestro rol en terreno ha sido facilitar esos encuentros, cuidar cada detalle logístico y emocional, y asegurar que cada comunidad sienta que su historia importa y tiene un lugar en este mapa colectivo del río”, señaló Pilar Moraga, ingeniera comercial y encargada territorial del proyecto Tesoros del Río Cachapoal.
El proyecto, financiado por el Fondo del Patrimonio Cultural 2024 del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, continuará su itinerancia durante los próximos meses, con el objetivo de fortalecer el sentido de pertenencia en las comunidades ribereñas y visibilizar la riqueza cultural del Cachapoal como un tesoro compartido.