Por Víctor León Donoso:
En el transcurso de estos 70 años del Diario Sexta Región, sus páginas son testigos de los sucesos e hitos que han marcado tanto nuestra historia nacional como local.
Dentro de esta gama de hitos están las que se enmarcan en el deporte. Dentro de la noticia en este ámbito está de connotación nacional como: la obtención de las Copas América por parte de la selección chilena de fútbol, la participación de la Selección femenina de fútbol en el Mundial de 2019, Colo Colo campeón de la Copa Libertadores (1991) o Chino Ríos primero en el Mundo del tenis (1998).
Pero también se ha escrito de hitos relevantes en el deporte local: los clásicos estudiantiles entre Liceo Industrial y Liceo de Hombre (década del 50’y 60’), el triunfo del ciclista Antonio Cabrera en Juegos Panamericanos (2019), Campeón de la Liga Nacional de Básquetbol Tinguiririca San Fernando (2014), Campeón Colchagua de la Tercera División (1987), los primeros torneos de surf en Pichilemu (1987), las carreras en botes por el río Tinguiririca en la década de los 60’, la participación del automovilista Carlos Nimeyer en la década del 50’ entre muchas otras
En estos días se conmemoran los 60 años de la realización del Mundial de Fútbol en nuestro país. En este ejercicio de festejos es importante recordar.
Chile fue elegida como sede, gracias a que fue votada principalmente por los países cercanos a la URSS, los que habían sido contactados por los dirigentes chilenos días antes, según la Revista Estadio del período. Los países del orbe soviético confiaban en nuestra estabilidad política por sobre Argentina, ya que los trasandinos habían sido afectados por un Golpe de Estado en septiembre de 1955, derrocando al presidente Perón.
A pesar del entusiasmo luego de la elección, los primeros años no hubo mayor avance en las diez sedes proyectadas. A lo anterior se suma que en 1960 ocurre el terremoto de Valdivia provocando graves daños al centro sur del país, que modificara las sedes, estableciendo solo cuatro ciudades: Arica, Viña del Mar, Santiago y Rancagua.
Es así como el evento deportivo llega a nuestra región, la que se verá convulsionada por la visita de selecciones como: Inglaterra, Hungría, Bulgaria Y Argentina.
Rancagua logra posesionarse como sede solo gracias a la imposibilidad de tener recintos en el sur de Chile por el terremoto de Valdivia, y por la gestión ejercida por Patricio Mekis, quien intercede con la Braden Cooper Company que era la empresa norteamericana que administraba el mineral del Teniente, los que con sus recursos amplían el estadio a 25 mil personas.
Los últimos días de mayo de 1962 hicieron arribo a la región las delegaciones de las cuatro selecciones que disputarían el grupo de Rancagua del Mundial de Fútbol: Argentina se hospedó en el sector del Sauzal en un recinto de Endesa, Inglaterra se ubicó en un complejo de la Braden en Coya, Bulgaria en la zona pre cordillerana de Machalí y por último Hungría, quienes residieron en Rengo.
Las distintas selecciones causaron revuelo en las comunidades, estableciendo relaciones de amistad. Fue el caso de los húngaros quienes se alojaron en el Hotel Olimpia de Rengo, y desde el primer momento la población los sintió como cercanos. Días previos al mundial, la selección Húngara disputará un amistoso con el cuadro de Colchagua, siendo la inauguración del estadio municipal de Rengo.
Nuestro diario La Región comentaba el 26 de mayo de 1962: “La afición sanfernandina se apresta a concurrir mañana al encuentro amistoso que sostendrá el Seleccionado de Hungría y el Deportivo Colchagua, en el estadio Municipal de Rengo.
Ha comprendido el hincha la oportunidad que se presenta para ver a uno de los animadores del Campeonato Mundial, el conjunto magiar, qué en sus prácticas, especialmente frente a Suiza, al que goleo por 5 a 0, está en un periodo de superación para igualar aquella selección de oro del mundial anterior que descollaron Puskas, Kocsis, Zibor y otros no menos mundialmente famosos ídolos.
El programa elaborado por dirigentes de la Villa Olímpica, consulta a primera hora, 2 de la tarde, el partido entre, Selección B de Hungría y un combinado de Rengo, para actuar de fondo Selección A de Hungría frente a Colchagua. Para este encuentro se han interesado en trasmitir Radio Minería de Santiago, Radio Rengo y Radio Manuel Rodríguez, lo que equivale a encontrar mañana en la cancha a un equipo numeroso de locutores, comentaristas y radiotécnicos”.
Para dicho partido muchas personas viajaron en tren desde San Fernando y otros lo hicieron en buses especiales que salían desde “Bristol City”, para ver jugar a sus representados, los que perdieron de forma estrepitosa por 10 a 0.
Los partidos realizados en Rancagua se efectuaron entre el 30 de mayo y el 10 de junio. Fueron siete juegos con un promedio de 8.235 personas, destacando los encuentros entre Inglaterra y Argentina, y el de segunda fase entre Checoslovaquia y Hungría.
La prensa de la época destaca el escaso público que asiste a la sede regional, a pesar de la rebaja en los abonos. El poco público tiene como causa que los encuentros fueron efectuados en horario de trabajo, haciendo difícil para muchos el poder asistir.
Paralelamente, la prensa destacó el impacto que se sucedió en las comunidades de la región con la llegada de estas selecciones visitantes, la revista Estadio rescata lo ocurrido en Machalí y Rengo: “Dos pueblos, sin embargo, sí que vibraron intensamente, sí que adquirieron un dinamismo que seguramente no volverán tener. Machalí, villa de las brujas y leyendas, vio llegar a los búlgaros desconfiados y descontentos. Y los vio salir con lágrimas en los ojos. El regreso de los balcánicos estaba fijado para las nueve de la mañana del día siguiente de su eliminación, pero solo pudieron salir a las cinco de la tarde, porque las despedidas los retuvieron todo el día.
También los húngaros llegaron como desterrados a Rengo. Privadamente, hicieron saber que se consideraban los menos afortunados en el reparto de la acomodación. Al segundo día, salieron a la plaza, al tercero una multitud alegre y bulliciosa los acompañaba a hacer sus prácticas. Al cuarto ya eran dueños del poblado. Mil pequeños detalles los fueron conquistando, pero acaso ninguno como aquel de la tarde en que Chile perdió con Alemania en Santiago.
Entonces los húngaros regresaron serios y silenciosos a su concentración, haciéndose eco de la pena de sus anfitriones; pero con emocionada sorpresa vieron cómo, al igual que después de todos sus triunfos, la población entera los esperaba con sus banderas, sus cantos a la salida del puente, para celebrar el paso de Hungría a los cuartos de finales”.
El Mundial de Futbol de 1962 marcó no solamente a la afición deportiva, sino a toda una sociedad, mostrando una vez más como los hitos deportivos han sido fundamentales para comprender los procesos históricos contemporáneos.
