El próximo desafío popular para construir un Chile más justo

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Puede parecer sorprendente que ese sentimiento de rabia y esperanza de que las cosas en Chile deben avanzar hacia una vida mejor, más justa e igualitaria para todos, que ha impregnado el ambiente nacional y las movilizaciones ocurridas desde el estallido social del 18 de octubre de 2019; haya resistido más de un año sin disiparse, y por el contrario se ha traducido en una solida victoria del Apruebo Nueva Constitución(78,27%) y un mayor porcentaje aún para la opción Convención Constituyente (78,99%) en el Plebiscito del 25 de Octubre pasado.

El resultado en sí era esperado, pero la gran diferencia con que se han impuesto las opciones vencedoras, si ha resultado sorpresivo.

La claridad con que la ciudadanía se ha expresado ha resistido las dilaciones y hasta el momento, derrotado las maniobras de las fuerzas políticas que no quieren los cambios que el pueblo movilizado exige -como fue el acuerdo del 15 de noviembre de 2019 que originó el plebiscito, donde los defensores del modelo neoliberal: los partidos de la derecha tradicional (UDI, Evópoli y Renovación Nacional) y la derecha de la oposición (DC,PR,PS, PPD y parte del Frente Amplio) se coludieron para en horas de la madrugada acordar de espaldas a la ciudadanía movilizada, un método para dar una salida dentro de la actual legalidad, a las masivas protestas que tenían lugar en ese momento en nuestro país, dando un respiro al gobierno y a las elites que se benefician y abusan del actual estado de cosas.

Sin embargo la ciudadanía se expresó de manera nítida en el plebiscito a pesar del tiempo transcurrido: ¡Chile Quiere Cambios!

Para los que vivimos y recordamos la Dictadura y el proceso de vuelta a la democracia, la actual situación se plantea con una amenazante similitud al inicio de la transición, en 1988, cuando fueron los mismos sectores que hoy firman acuerdos "por la paz", quienes -alegría ya viene, mediante- prometieron realizar los cambios que en ese momento la ciudadanía movilizada exigía y que aún hoy están pendientes.

Esos mismos actores políticos, luego convertidos en Concertación, y hay que decirlo, con el voto de una gran parte de la ciudadanía votante, fueron los que aceptaron, mantuvieron y desarrollaron durante los últimos 30 años el sistema neoliberal hoy en crisis en nuestro país.

Hoy se ha quebrado esa tendencia, y ese quiebre es el que hace factible hoy la posibilidad de cambios verdaderos, sin embargo, como movimiento popular tenemos ahora ante nosotros un nuevo y más complejo desafío, para avanzar de manera contundente hacia a la construcción de un Chile más justo.

Esa fuerza mostrada en las manifestaciones de la Revuelta Social, la claridad de los distintos sectores populares y ciudadanos que mostró el resultado del Plebiscito Constituyente, debe traducirse en organización y articulación de los que están efectivamente por cambios verdaderos y positivos que mejoren la forma en que viven la mayoría de las personas en nuestro país.

Esa articulación debe traducirse en una lista de Candidatos a Integrantes de la Convención Constituyente claramente anti Neoliberal que incluya a movimientos políticos y sociales que efectivamente hayan apoyado y se comprometan a respaldar efectivamente las demandas populares. Desde nuestra óptica el Comando Apruebo Chile Digno, es un buen punto de partida.

Gabriel Rojas Oyarce
Contador Público y Auditor
Dirigente PC San Fernando

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