En Pichidegua, la tarde se vistió de final. Con un estadio lleno de historias y cerca de mil corazones latiendo al ritmo del tambor y la esperanza, el Cóndor local recibió a Colo-Colo de Villarrica por la final de ida del Campeonato Nacional Amateur 2025. Y lo que se vivió fue un verdadero partidazo, de esos que hacen que el fútbol amateur no tenga nada que envidiarle a la élite.
Desde el arranque, los dos equipos salieron a buscarlo. Sin especulaciones, sin refugios, con la convicción del que sabe que las finales no se miran: se juegan. Colo-Colo de Villarrica, lejos de venir a encerrarse, plantó bandera en campo rival y complicó a un Cóndor que tardó, pero logró hacerse con el control del partido.
Con Cristopher Ortiz desplegando talento y pulmones en el medio, y José Riquero imponiendo jerarquía en la zaga, el equipo pichideguano comenzó a manejar los tiempos. Pero la claridad en el último tercio seguía siendo esquiva. Y en medio de ese dominio estéril, llegó el golpe.
Corría el minuto 39 del primer tiempo cuando Ignacio Collao, con sangre fría y pierna caliente, abrió la cuenta para los visitantes. Gol psicológico. Baldazo de agua helada en medio del fervor local.
En el segundo tiempo, Cóndor movió el tablero. Ingresaron piernas frescas, ideas nuevas, pero también llegó un balde de complicaciones: la expulsión de Felipe Pavéz, bien sancionada por el árbitro, dejó al equipo con uno menos y con la urgencia de no regalar el partido. Pero como no hay diferencia de goles en esta llave, los de Pichidegua fueron con todo. Subieron líneas, presionaron alto, y dejaron espacios que Colo-Colo no supo capitalizar: dos postes salvaron el pórtico local de lo que pudo ser una estocada definitiva.
Y cuando el partido ya se apagaba, cuando la garganta del hincha local ya se resignaba al lamento, apareció Ernesto Sinclair, minuto 86, área chica, balón suelto. Fusilamiento sin juicio. Gol del empate, gol que grita todo un pueblo.
El uno a uno deja la serie abierta, con la sensación de que lo mejor aún está por venir. El próximo sábado, en la siempre difícil cancha de Villarrica, se sabrá quién levantará la copa de campeón amateur de Chile 2025. Lo único seguro es que emoción no va a faltar.
FOTOGRAFIAS LORENZO QUINTEROS
GENTILEZA: ROBERTO MADARIAGA GUENTECURA